Poder comer en una mesa donde años atrás estuvieron sentados grandes eminencias como los personajes de la Generación del 27, ¡¡¡es toda una suerte!!!…eso demuestra que el sitio tiene historia y que era un lugar de encuentro para grandes pensadores de la época.
El Grupo Deluz (grupo hostelero dirigido por el santanderino Carlos Zamora) reabrió la segunda taberna más antigua de Madrid buscando dar a sus comensales los platos tradicionales que hacían nuestras abuelas y con una gran flexibilidad de horario, ya que tiene cocina non-stop 😉 y uno se puede sentar a comer desde las 8:00 de la mañana que abren hasta las 02:00 de la madrugada que cierran :).
Con una carta en la que triunfan los productos de calidad y ecológicos comprados a pequeños productores (muchos de ellos traídos desde el norte de España), nosotros pedimos los entremeses calientes de La Carmencita que incluye: rabas de Santander crujientes, croquetas cremosas, tigres (mejillones con bechamel) y taquitos de queso empanados, un entrante muy completo que os recomiendo pedir porque así podéis probar un poco de todo…pero si no queréis tanto frito yo os recomendaría las rabas.
Menudas anchoas de Santoña en “octavilla” como las comen los conserveros nos tomamos. Eran pequeñitas pero guardaban toda la esencia del mar dentro de ellas 🙂 …una entrante que no puede faltar cuando vayáis a La Carmencita.
Después de los entrantes, nos trajeron este plato de verduras frescas que les suministra Ecocosecha, una cooperativa madrileña de verduras ecológicas y locales. A estas frescas verduras añaden unos huevos de corral, convirtiéndolo en un plato que pediré siempre que vaya porque soy una fanática de las verduras y los huevos con patatas 😉
El camarero nos comentó que hacían unas albóndigas de verdel (pescado) con salsa verde y arroz pilaff, que tuvimos que pedir para saber cómo sabían. Es la forma perfecta para conseguir que los más peques de la casa coman pescado, porque con la salsita, el arroz y la poca pinta de pescado que tienen saben hasta a carne 🙂
Después de tanto pescado, llegó el turno de la carne…una chuleta de ternera fileteada a la sartén con patatas fritas. La carne la traen directamente de Cantabria, de los 5 valles, y se puede apreciar que estas vacas pastan libremente por verdes prados porque el sabor de la carne es especial.
El plato con el que rematamos la jugada fue un cabrito lechal de los Picos de Europa a la cazuela, que sirven acompañado de unas patatas panadera y la salsita que se obtiene de guisar lentamente la carne…¡¡¡qué pasada de plato!!!
Aunque nos regañaron por no pedir postre, fuimos incapaces de comer nada más…una pena, pero no queríamos ir a urgencias después de la comida 😉
Mi recomendación: si sois de los que no tienen un horario fijo de comidas y os gusta ir a los restaurantes cuando os entra hambre sin tener que mirar el reloj, la Taberna La Carmencita es vuestro lugar porque tienen un horario muy canalla 🙂 (de 8:00 a 2:00). Cenar sale por 30 euros/persona tomando varios de platos para compartir regados con un vino de la casa.
Taberna La Carmencita
Calle Libertad 16, Madrid
Como siempre gracias por la recomendación )) Un gran sitio, probaremos el cabrito… Feliz martes
Cuando pruebes el cabrito y te tele-transporte a las montañas…acuérdate de nosotros ;)!!!!
jajajaja eso haremos )) Ya os contaremos bsts