Amigos cafeteros hemos descubierto un nuevo templo del café en pleno centro de Madrid: Hanso Café, donde ya hemos estado un par de veces haciendo «Meriendas con Totti«, porque sus cafés son adictivos y las tartas son irresistibles ;).
Esta cafetería regentada por un grupo de jóvenes chinos, abrió sus puertas hace unos años en Usera, pero debido a la burbuja cafetera que se ha creado en Madrid, decidieron mudarse al efervescente Barrio de Malasaña para dar a conocer su famoso Matcha Latte y su Red Velvet Latte :).
Nada más entrar por la puerta de Hanso Café, un rico aroma a grano molido nos inundó las fosas nasales…un detalle que me hizo sonreír, ya que sabía que me iba a gustar mucho este lugar. Con una estética molona típica del norte de Europa, en la que no faltan los azulejos blancos en las paredes, los sacos de café, una máquina de café La Marzocco y los detalles asiáticos.
La verdad es que somos bastante cafeteros y en nuestra primera visita nos decantamos por probar los clásicos. Yo fui a por mi favorito: el flat white. Para prepararlo usaron leche fresca Priegola y café Nyungwe Rwanda de «Nomad Coffee«. Ambos productos de una calidad buenísima, por lo que no nos extrañó nada que el café estuviera tan rico ;).
Totti se pidió un solo doble americano, como veréis es una adicta a la cafeína. Para el solo usaron granos de Cukiro Burundi de «Right Side Coffee Roasters» otros grandes del mundo del café. Espumoso, intenso de sabor pero muy poco amargo. Una grata sorpresa.
Y la pequeña de la casa se decantó por el chai tea latte (té chai con especias y leche), porque es una moderna. Me pareció la mejor opción para todos aquellos a los que no les guste el café. Mira que he probado chai lattes y debo decir que aquí lo bordan. Da gusto con estos baristas, todo les sale bueno :).
Y para comer probamos el bizcocho de chocolate y vainilla. Si los cafés están ricos, los dulces no se quedan atrás. Y es que dan ganas de probarlos todos…son caseros y los hacen en su propio obrador, que está en el propio local. Pedimos el bizcocho porque lo vimos en la mesa de al lado y nos dio envidia. Esponjoso y cero empalagoso, ideal para quitarnos el gusanillo de algo dulce a la hora de merendar.
Mi recomendación: si sois unos adictos a la cafeína como nosotros y os gusta conocer todos los templos donde sirven esta magnífica bebida, creo que deberíais peregrinar a Hanso Café y pedirle a Nico que os prepare una de las especialidades de la casa. Cada semana suelen tener nuevos granos que traen de todas partes del mundo. Merendar sale por 5 euros/persona tomando un café y un trozo de tarta o una tostada de hummus de aguacate, que preparan ellos también .
Hanso Café
Calle del Pez 20, Madrid
911 375 129
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