Cuando nos enteramos que La Raquetista abría todos los lunes de diciembre a la hora de la comida, no nos lo pensamos ni un segundo y llamamos para reservar, porque nos moríamos de ganas por probarlo.

Foto tomada de http://www.lagastronoma.com
Detrás de este proyecto se encuentran el cocinero Javier Aparicio, quien muchos habréis visto en Canal Cocina en el programa «Azúcar Arte», y su hermano Francisco Aparicio, quienes decidieron montar en septiembre del año pasado un pequeño restaurante/taberna donde ofrecer una cocina que nos tele-transporte a una casa de comidas de las de siempre.

Los hermanos Aparicio, Paco y Javier, en la sala de La Raquetista
El local es obra del estudio PingPong Arquitectura, quienes han creado dos espacios: una bonita barra, que recibe al cliente nada más entrar por la puerta y una sala diminuta, donde no caben más de 20 comensales porque no creo que haya más de 6 mesas 😉

Una barra ideal para picar algo a cualquier hora
En la carta encontraréis una propuesta sencilla, de mercado y donde se presta mucha atención a las salsa y elaboraciones de los platos. El chef suele cambiarla con frecuencia, ya que usa productos de temporada y se recorre cada día el mercado para poder ofrecer productos frescos y de calidad.

Foto tomada de http://www.planmadrid.es/
Cuando entramos vimos en su pizarra de sugerencias las patatas bravas y nos pareció una buena forma de empezar nuestra comida. Salsa picantona y sabrosa. Y patatas, que se fríen en el momento, detalle que se agradece y marca la diferencia. Una muy buena opción para picar en barra con una cerve fresquita.

Patatas bravas
Nos habían recomendado probar el pulpo pibil asado y como no comemos mucho pescado por Luxemburgo, encantados lo pedimos. Buen producto. Normalmente prefiero el pulpo a la parrilla, pero este estaba realmente sabroso. Más que un puré de patata, usan patatas aliñas, un toque muy sureño que nos encantó :).

Pulpo pibil asado
Vimos en la mesa de al lado el tartar de atún rojo de almadraba y se nos antojó. Entrante obligatorio. Usan la parte más grasa del atún, consiguiendo que se te deshaga en la boca. Me recordó a la ventresca de atún que probamos en el mercado de Tokio hace un par de veranos.

Tartar de atún rojo de almadraba
Como platos principales pedimos la merluza asada con alcachofas y pimientos confitados. Un clásico de toda la vida, que no defrauda. Disfruté como una enana de cada trozo de esta merluza. Fresca, sabrosa y jugosa. Muy buen plato.

Merluza asada con alcachofas y pimientos confitados
La lasaña de carrilleras fue el plato estrella de la comida. Unas jugosas carrilleras guisadas al vino y desmenuzadas, pasta fresca hecha por el equipo de cocina del chef Javier y una fina salsa terminada con un aceite de perejil, son la clave de este platazo.

Lasaña de carrilleras
Y el rabo de vaca al curry Massaman, que tiene ese toque picante que gusta, porque se puede soportar. En lugar de cuchillo, para comer este plato, te traen una cuchara, ya que la carne se deshace nada más tocarla. Gracias chef por poner una buena cantidad de salsa, ¡¡¡qué cosa más buena!!!

Rabo de vaca al curry Massaman
El postre más famoso de la casa es la tarta de queso, que preparan con queso fresco y queso curado (Idiazabal), para darle un toque especial. La sirven templada con una fría mermelada de frutos rojos, que le da un buen contraste. Un postre espectacular :).

Tarta de queso
Mi recomendación: si sois amantes de la buena cocina y apreciáis los sitios donde miman el producto y se preocupan porque los comensales disfruten de la velada, creo que os gustará La Raquetista. Como el local no es muy grande y está teniendo mucho éxito, os recomiendo reservar, para no llevaros una sorpresa cuando vayáis. Cenar sale por 40 euros/persona compartiendo entrantes y postre y bebiendo unos vinitos con la cena.
La Raquetista
Calle Doctor Castelo 19, Madrid
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