A pocos metros del parque del Retiro, lindando entre el Barrio de Salamanca y el Barrio de Retiro, se encuentra el restaurante asiático Kzen. Antiguamente era conocido como Viva Wok, aquí fue donde comí comida china por primera vez en mi vida. Recuerdo los esfuerzos que tuvo que hacer mi padre para que Totti y yo probásemos los clásicos de la casa :).
En la decoración predomina el estilo oriental: bambú y grabados japoneses inundan una gran sala, que está decorada de forma discreta e incluso fina para ser un asiático de barrio. Mesas bien vestidas y servilletas de tela, cosa que se agradece a día de hoy, porque las mesas desnudas se llevan cada vez más.
La carta cuenta con un par de menús de degustación, pero a nosotros nos gusta pedir nuestra selección especial. Solemos empezar con unos rollitos vietnamitas porque aquí los preparan muy ricos. Ruidosos a la hora de morder, esconden un rico relleno de cerdo con verduras. Me encanta la combinación menta-salsa agridulce picante.
Y el otro entrante que suele caer es una sopa miso, sobre todo cuando venimos en invierno y hace más frío que ahora. Está última vez estaba algo agria, se lo dije a la dueña y enseguida nos prepararon otra. Nunca entenderé porque añaden los discos de rabano pintados de colores chillones.
De plato principal pedimos el arroz crujiente estilo Ku-Bak. La gracia de este plato es que traen el arroz por una parte y los demás ingredientes por otra y en frente tuyo los mezclan en una sartén ardiendo. Se cocina con una salsa, que es bestial y cruje y se mueve todo el tiempo. El mejor plato de arroz que hemos probado en esta casa.
Un arroz frito cantonés, que es el mítico arroz tres delicias que ponen en todos los restaurantes chinos, pero que aquí le han cambiado el nombre para que sea más fácil venderlo y huir de los estereotipos. Bueno de sabor, pero simplón. Ideal para los poco aventureros.
Y de pasta nos solemos decantar por los pad thai, pero esta vez los pedimos sin gambas porque iba con las veggie de la casa ;). Noodles gorditos salteados con verduras (cebollita roja, espárragos…) y huevo y terminados con cebollita frita. Estoy segura que echan alguna salsa secreta porque cuando los he intentando hacer en casa nunca me quedan tan ricos. Son muy parecidos a los que probé en Tailandia hace un par de veranos.
Como nos pasa en la mayoría de los asiáticos, la excepción la hacemos en el chino del Hotel Palace (Asia Gallery) porque hacen un coulant de chocolate increíble, no solemos pedir postre porque no es su punto fuerte. Encima, aquí te traen con la cuenta nueces garrapiñadas con sésamo por encima, para que te vayas con un buen sabor de boca.
Mi recomendación: si estáis por el Retiro, un lugar ideal para ir a comer entre semana el menú del día o con la familia los fines de semana, es Kzen. Tienen un servicio atento, servicial y rápido y la relación calidad-precio está muy ajustada. Cenar sale por 20 euros/persona y no os quedaréis con hambre, os lo aseguro :).
Kzen
Calle de O’Donnell 31, Madrid