En el barrio de Salamanca, hace menos de dos años, abrió sus puertas Ronda 14, un restaurante asturiano de origen, ya que nació en Aviles (Asturias), pero con toques de la cocina Nikkei (Japo-Peruana), que desde el primer día no ha parado de sorprender al exigente público de la capital.

Impresionante la mezcla de la cocina nikkei y asturiana que preparan en Ronda 14
Detrás de este proyecto se encuentra el chef peruano Mario Céspedes, quien se enamoró de la asturiana Conchi Álvarez, y crearon su primer establecimiento hace algo más de 5 años, siendo conscientes de que tarde o temprano tendrían que venirse a Madrid.

El chef Mario Céspedes
Del local me encantan los techos altos, las paredes de ladrillo visto y los suelos hidráulicos. Una estética que, junto con una decoración llena de detalles y piezas de diseño, logra crear un ambiente fresco, moderno, acogedor y versátil, que incita al comensal a volver.

Detalles de la sala de abajo en Ronda 14 que nos encantaron
En la carta encontraréis una fusión de la cocina asturiana con la nikkei y nosotros nos decantamos por probar más platos de esta última. Nuestra comida empezó con un ceviche nikkei con puré de boniato. Los toques cítricos que caracterizan este plato, Mario los reduce con el dulzor del puré de boniato. Ración algo escasa pero riquísima.

Ceviche nikkei con puré de boniato
Nos recomendaron probar las gyozas criollas de ternera y manitas de cerdo, no muy convencidos las pedimos y fue el plato qué más nos sorprendió…pero de lejos!!! Un guisazo de carne se encuentra dentro de estas finas empanadillas y las encargadas de coronar el plato son unas jugosas manitas con su propia salsa, crema de chile y ají amarillo. Obligatorio.

Gyozas criollas de ternera y manitas de cerdo
Y el último plato nikkei que probamos fueron las causas de bonito y chili. Una masa de patata, que esconde trocitos de pepinillo encurtido, cuyo papel es aportar el toque crujiente al bocado. Y un tartar de bonito al que le hubiera puesto un poco más de chili. No convenció a todos los comensales pero a mí me gustó.

Causas de bonito y chili
Como buenos amantes de la cocina japonesa, le dimos un repaso interesante a su apartado de makis. Los de cangrejo de caparazón blando con salsa de curry, fueron los que menos nos gustaron. El curry apenas se aprecia y el cangrejo no nos quitó el habla. Deberíamos haber pedido el roll mar y montaña.

Roll cangrejo de caparazón blando con salsa de curry
Sin embargo, el roll de salmón picante nos pareció impresionante. A destacar la mayonesa casera, el frescor del pescado y el toque de boniato crujiente por encima del roll. Juego de texturas digno de destacar y calidad excelente. Un maki muy recomendable.

Roll de salmón picante
Y el roll de atún picante estaba buenísimo. Un clásico que nunca falla y siempre que lo vemos en carta lo pedimos. El toque picante es apto para todos los paladares y nos hubiéramos tomado otros cuatro con los ojos cerrados, pero queríamos dejar hueco para los dulces 🙂

Roll de atún picante
Cerramos la comida con un bizcocho roto de avellanas y coco. Una pequeña bomba que no debéis perderos. Os aconsejo que la pidáis para compartir, para no quedaros muy llenos. El helado de coco es bestial, lo hacen ellos mismos y está buenísimo. El encargado de sala me recomendó probarlo la próxima vez con helado de chocolate, porque es como un ferrero rocher pero deconstruído.

Bizcocho roto de avellanas y coco
Y como no podía faltar en una de nuestras comidas, también cayó un coulant de chocolate con helado de frambuesa. Miedo nos da cuando llega a la mesa un coulant de chocolate y tenemos que romperlo por la mitad, porque cuando no corre un «río de chocolate»…es mala señal, pero en Ronda 14 lo hacen perfecto.

Coulant de chocolate con helado de frambuesa.
Mi recomendación: si sois amantes de la cocina nikkei, apreciáis la cocina en la que se cuida el producto y os gustan los camareros atentos y dispuestos a dar buenas recomendaciones, creo que deberíais reservar en Ronda 14. Cenar sale por 30 euros/cabeza tomando cerves y compartiendo todo.
Ronda 14
Calle General Oráa 25, Madrid
91 411 17 30
Madre mía Ana. Tiene una pinta estupenda! En breve les hacemos una visita. Un abrazo
Miguel Angel, mira que nos ha costado ir…pero ahora que lo hemos probado no paro de soñar en volver.