A pocos pasos de Plaza de Castilla, situado en mi antiguo barrio, se encuentra La Pagoda, un restaurante asiático que abrió sus puertas hace casi un año y que desde entonces ha dado mucho de qué hablar…y no es de extrañar porque es un restaurante oriental poco habitual digno de ser probado, incluso se lo recomiendo a los que no os suela gustar este tipo de comida, porque sorprende ;).
La creadora de este proyecto es la joven Eva Chen, tercera generación de hosteleros asiáticos, quien ha decidido embarcarse en su propia aventura gastronómica y salirse del prototipo de restaurantes que tiene su familia (Restaurante Tao), adaptándose a los gustos de los hambrientos madrileños, para seguir dándoles de comer como han hecho sus antepasados.
La decoración ha corrido a cargo de las decoradoras Atelier Galante, quienes han creado un local chulísimo, muy diferente cualquier otro asiático: baldosas hidráulicas, luminosidad, colores cálidos y juveniles, bonitas lámparas de bambú y paredes forradas con papel llenan un local amplio. Una imagen muy diferente a la que tenía su antecesor, el restaurante Tao de Felix Boix, que te invita a sentarte a probar alguno de sus bocados :).
En la carta predominan los platos asiáticos (China, Japón, Tailandia, Corea…) pero adaptados a los gustos mediterráneos, incluso se pueden apreciar guiños a la cocina española. Nosotros empezamos con unas gyozas de carne y verduras. Gran comienzo. Sin duda volveré a pedirlas en mi próxima visita.
También cayeron unos Fresh Nems, rollitos de verduritas y aguacate envueltos en papel de arroz, para que la benjamina de la casa pudiera tomar entrante. Fritos con delicadeza y acompañados de lechuga y menta, que harán de soporte para comer los rollitos con la mano.
No os podéis perder las palomitas de langostinos en tempura con mayonesa japonesa de chili dulce, son sorprendentes. Cinco langostinos de buen tamaño llegaron a la mesa envueltos en un rico empanado japonés y acompañados de una alegre mayonesa que le venía al pelo a los bigotudos ;).
Luis no pudo resistirse a probar el sushi. Se decantó por el Spicy Tuna Makis envueltos en nori y rellenos de atún rojo con mayonesa picante. Debían de estar buenísimos, porque aquí el amigo no nos dio ni un maki a ninguno de los que estábamos en la mesa…jajaja :).
Y los Salmon Dragon Roll con tempura de langostino, aguacate, queso crema y salmón flambeado. Logré probarlos gracias a mi astucia, porque le pedí al camarero que los dejara en mi lado para hacerles una foto y lograr hincarles el diente. En ese momento entendí el éxito de La Pagoda. Todo lo que tienen en carta lo clavan…o por lo menos lo que yo he probado.
Mira que están de moda los buns…pero yo les estoy empezando a coger un poco de manía por qué te los encuentras en todas las cartas de casi todos los sitios nuevos que abren en Madrid. Probamos el de pollo crujiente y el de panceta chasu y me quedo con el primero. No soy muy amiga de la panceta y mira que a los asiáticos les gusta…no me convence su textura gelatinosa.
Siguiendo las recomendaciones de Eva probamos los Pad Thai. Fideos de arroz planos con langostinos, brotes de soja y cacahuete. La primera vez que vinimos le ponían jamón serrano y creo que ha sido un acierto seguir la receta tradicional tailandesa, mucho mejor ahora.
Lo mejor de toda la cena, para mí, fueron los tacos koreanos de solomillo a la plancha con verduras y salsa kimchi. Me hubiera comido yo sola los tres, pero me obligaron a compartir. Me encantó todo: el sazonado de la carne, el picor que aportaba el kimchi, la frescura de la lechuga…¡¡¡babeo al recordarlos!!!
De postre, sí sí estáis leyendo bien, un asiático donde saben preparar dulces ricos, os recomiendo la Willy Woncake. Suave tarta de bizcocho de chocolate con extra de mousse de chocolate entre las capas del bizcocho para que los empalagosos no se queden con ganas de más ;).
Y ojo con la Lemon Cake, porque encontrareis toques ácidos y dulces pero con un final feliz. Totti, que es una loca de esta tarta, se quedó impresionada con la calidad de esta. Aunque no soy muy de dulce me encanta cuando en un restaurante puedes comer bien de principio a fin.
Mi recomendación: si estáis por la zona del Bernabeu, os apetece comida oriental, pero en un sitio de moda, bien puesto, con buena iluminación, ambiente joven y divertido y un servicio atento, creo que deberías llamar a La Pagoda y reservar una mesa. No os extrañe si están llenos porque ha corrido rápido la voz por el barrio y suelen estar hasta los topes. Cenar sale por 25 euros/persona probando un poco de todo con una buena cerveza asiática entre manos.
La Pagoda
Calle Felix Boix 7, Madrid
913 45 40 47