Este trocito de Italia nació en los fogones del restaurante Pulcinella. Tres amigos italianos: Matteo, Alessandro y Alberto, decidieron lanzarse a la aventura, dejar de trabajar para otros y montar su propia Osteria, donde dar a conocer las recetas de la Toscana y Sicilia…así surgió Menomale.
Situado en uno de los barrios más de moda de Madrid, en el barrio de Conde Duque, en el antiguo local donde estaba Buenas y Santas, estos tres mosqueteros llevan un año luchando para que los madrileños conozcamos la «vera cucina de la mamma«.
La carta tiene una buena variedad de antipasti, diferentes a los que estamos acostumbrados a ver en otros restaurantes italianos; recetas de pasta tradicionales y unas pizzas que no os podéis perder. Nosotras empezamos con la torta de ceca, que es una masa hecha a base de harina de garbanzos, típica de la costa del Tirreno. Probamos la normal y a la que añaden parmesano. Me quedo con esta última, soy adicta al parmesano ;).
Otro entrante que nos sorprendió fue la pappa al pomodoro, que se traduce como «puré de tomate». Una receta de origen campesino típica de la Toscana que se prepara con pan duro, tomates, ajo, albahaca y un buen aceite de oliva. Se puede tomar frío, pero a nosotras nos lo sirvieron templado. Riquísimo.
Mi gran debilidad son las melanzane alla parmigiana, capas de berenjena al horno, con salsa de tomate, provoleta ahumada y parmesano. Un plato siciliano que me pirra :). Segundo sitio donde veo que preparan este plato con provola en lugar de mozzarella, que es como lo hago en casa, y me gusta la idea porque el plato tiene un sabor ahumado que a la berenjena le queda fenomenal.
No sabíamos por qué pasta decantarnos y Matteo nos preparó una pequeña degustación de todas las que nos apetecían. Un detalle que nos llegó al alma. Los primeros en llegar fueron los trofie al pesto. Nunca suelo pedir pesto, porque mi padre lo borda, pero he de admitir («lo siento Chef Moyategui«) que el pesto de Alberto se merece un monumento y una visita a Menomale.
Luego nos trajeron los raviolis alla zucca, rellenos de calabaza y romero al horno y con una salsa de mantequilla, amaretti y achicoria. Esta fue la elección de Pulgui, que fue todo un acierto ;). El sabor de la almendra amarga, que aportaba el amaretti, con el dulzor de la calabaza era una auténtica maravilla. La achicoria aporta textura al plato pero es algo amarga, por lo que yo la hubiera quitado para no eclipsar a la calabaza.
Y por último, nos prepararon unos spaguetti carbonara vegetarianos. Cambiaron el guanciale (los carrillos del cerdo) por el calabacín y los terminaron con yema de huevo, pecorino y abundante pimienta negra. ¡¡¡Mamma mía que delicia!!! Hacía tiempo que no tomaba una carbonara tan buena…y eso que era veggie. No me quiero ni imaginar como estará la clásica :).
No podíamos irnos sin probar una de las pizzas que prepara el maestro pizzero (Leandro Civico), que se ha venido desde Italia para encargarse del horno de Menomale. Queríamos alguna sencilla y nos recomendaron la Allaleo con tomate San Marzano, búfala, flor di ricotta, tomate cherry y parmesano. Si es que cuando el producto y la técnica son buenos, no hace falta muchos ingredientes para obtener una delicia como esta.
Y de postre, aunque yo estaba que iba a reventar, como la benjamina de la casa aún tenía hueco, pedimos el tiramisú. Esponjoso, cero empalagoso y espectacular de sabor. Señores, en Menomale bordan todo lo que hacen, desde los antipasti hasta los postres. ¡¡¡Qué gran descubrimiento!!!
Mi recomendación: si queréis probar unos buenos platos de pasta o tenéis antojo de pizza y estáis por la zona de San Bernardo/Conde Duque, no sería una mala opción si os sentarais en la terraza de Menomale ahora que empieza a hacer bueno y dejarais que Matteo os recomendase. Comer sale por 25 euros/persona probando de todo un poco con una buena copa de vino.
Menomale
Calle San Bernardo 85, Madrid
910 18 05 14
Cristina Gómez G.-Comino