Doki Doki es la onomatopeya que dan los japoneses al latido de su corazón cuando se emocionan y me parece un nombre muy, pero que muy, apropiado para el nuevo japo que han abierto en la calle Villalar, porque la comida es un espectáculo :).

A los mandos de Doki Doki está Miguel de Vega, un joven chef que empezó sus andanzas en la cocina nipona como camarero de un restaurante japonés y poco a poco fue aprendiendo sobre restauración y gastronomía, formándose con grandes cocineros como Martín Berasategui y Diego Guerrero.

Para Miguel sólo existe la perfección y eso lo demuestra en cada plato que prepara su equipo de cocina, porque son meticulosos y muy detallistas con todo. Aquí se respeta el producto, se buscan sabores puros y se usan técnicas clásicas de la cocina japonesa con el objetivo de crear platos tradicionales con toques creativos.

La decoración de Doki Doki está hecha a medida, ya que todo es tal y como Miguel quería. 12.500 láminas de madera conforman sus mesas y barra de sushi sobre la que trabajan duramente Aries y Bastian, los sushiman de la casa.

Con una carta bastante completa, como queríamos probar un poco de todo, le pedimos a Miguel si nos podían preparar un menú degustación con los platos más llamativos de Doki Doki. Empezamos con una tempura de boquerón con salsa de anguilas y coulis de pimiento rojo, que devoramos. Un bocado que nunca antes había tomado en un japo y con el que nos demostraron la calidad que hay en cocina y las ganas de innovar que tienen ;).

Seguimos con una brocheta de zamburiñas con salsa de ponzu, puré de albarado de naranja y salsa de vino tinto. Una mezcla de mar y cítricos perfecta, que se come de un solo bocado, en la que cada matiz importa.

Somos pro-gyozas y suelen caer como entrantes cuando vamos a un japo. En Doki Doki tienen de tres tipos y tuvimos que probarlas todas :). Empezamos con las gyozas de verduras al curry que vienen acompañadas de la tradicional salsa de gyozas. Perfectas para vegetarianos. Me sorprendieron. También probamos las gyozas de rabo de wagyu y las de carrillera de cerdo con demi glace de carne como salsa. Ambas son bestiales, potente sabor a carne, que se ve ensalzado con la salsa. El relleno es pura mantequilla. Uno de esos entrantes que recordaréis y volveréis a pedir en próximas visitas, porque se queda grabado en la memoria su sabor.

La cantidad de nigiris que tienen en carta es impresionante, nosotros probamos 4 y la verdad es que nos hubiéramos tomado todos, pero teníamos que dejar alguno para próximas visitas:

• Nigiri de lubina salvaje con ajo negro, un pescado con fuerte sabor marino al que los toques a regaliz del ajo negro le van como anillo al dedo.

• Nigiri de pez limón con umeboshi, no recuerdo haber probado antes el pez limón, pero me pareció fantástico. Se trata de un pescado azul, no muy graso, que se come con facilidad, deshaciéndose en la boca al juntarse con las papilas gustativas. Toda una experiencia.

• Nigiri de toro con trufa negra, el toro es la palabra que usan los japoneses para hablar de la ventresca de atún. Aunque es la parte más grasa, es la parte más sabrosa…y para mi, es uno de mis pescados favoritos para tomar crudo. En Doki Doki lo preparan con un toque de trufa, que se funde con la grasa del atún y crea un bocado de película.

• Nigiri de salmón con shitake y salsa de anguila, quizás el nigiri más sencillo de todos los que probamos, pero eso no significa que no vaya a volver a pedirlo cuando vuelva ;).

Además de nigiris, también hacen unos makis dignos de mención, los de tartar de toro con cebollino por ejemplo, porque me recordaron a los que tomamos en Japón, en la lonja de pescado. Arroz bien hecho, alga crujiente y fresca y pescado de calidad. ¿Qué más se le puede pedir a un maki?

Antes de pasar a los postres, Miguel nos trajo un tataki de wagyu con trufa laminada, guindilla, puré de patata con jengibre y wasabi y setas salteadas. Carne de primera calidad, pero con demasiados complementos para mi gusto. Es verdad que estábamos bastante llenos y eso no nos dejó disfrutar como este plato se merece, pero es que nunca pensamos que nos fueran a traer este manjar como fin de lo salado :(.

Cerramos la cena con una mango cheesecake, simplemente deliciosa. Fue el final que la cena se merecía. Mucho nivel hasta el final y eso se agradece :).

Mi recomendación: si sois amantes de la cocina nipona y estáis buscando un nuevo sitio, creo que deberías probar Doki Doki. Miguel os tratará como reyes y probaréis platos que no se encuentran en otros restaurantes japoneses. Eso sí, venid con la cartera preparada porque -como en cualquier otro japo- la cuenta os subirá con facilidad a los 40 euros/persona y si queréis probar algún plato más…podéis llegar a pagar 50 euros/persona. Pero se pagan con mucho gusto, porque se comen cosas exquisitas y la calidad del pescado es superior.

Doki Doki

Calle Villalar 4, Madrid

917 79 36 49