El local es bastante pequeño, pero está muy bien aprovechado. Predominan las mesas de dos, pero no os asustéis, que también hay sitio para ir a cenar un grupo de amigos que tengan muchas ganas de tomar un buen bol de noodles o un curry auténtico.

Una pequeña sala con encanto

La carta es sencilla pero completa y me gustó el formato que han usado, es bastante visual. Los que no conozcáis mucho de la cocina asiática, lo mejor que podéis hacer es dejaros aconsejar por la simpática camarera. Pero a los amantes de la asian street food os adelantaré, que encontraréis una carta dividida en 7 apartados:

• Rice bowl
• Ensaladas
• Curry
• Barbacoas
• Noodles
• Noodles con sopa
• Sopas

Nosotros decidimos probar un plato de casi todos los apartados, para hacernos una idea de la propuesta que ofrecen en Tuk Tuk. Empezamos con una ensalada de tempura de langostinos, que estaba rica pero a la que le faltaba algo de gracia. Cambiaría la lechuga iceberg por una buena mezcla de lechugas o brotes tiernos por ejemplo.

Ensalada de tempura de langostinos

De los rice bowl escogimos el Chili Mango Chicken, pollo marinado con salsa de chile dulce, cilantro, mango fresco y una buena cama de arroz jazmin. Sabores agridulces, que me recordaron a la cocina thai. Me gustó la mezcla del pollo con el mango. Es un plato ideal para iniciar a alguien en la comida asiática, porque no puede no gustarle ;).

Chili Mango Chicken

Los curries son bastante potentes. Aptos para vegetarianos y carnívoros. Nosotros nos decantamos por el curry rojo de ternera (Gaeng Phet) con albahaca, berenjena, cilantro, azúcar de palma y leche de coco. Pedimos un poco de arroz para acompañarlo. Sólo diré que me bebí la salsa cuando terminamos con los tropezones. Autenticidad, potencia y buen hacer, esas son las 3 claves por las cuales recomendaría este platazo. Aunque en mi próxima visita probaré el curry verde, para poder compararlos :).

Gaeng Phet: curry rojo de ternera

No les quedaban las brochetas de pollo satay, así que nos recomendaron probar las de Babi Panggang de cerdo marinado en especias del Sudeste Asiático y con envoltura caramelizada. Me recordaron al sabor de las costillas de cerdo asadas, pero con la comodidad de no tener hueso y poder disfrutar más de la carne.

Babi Panggang

Los noodles los queríamos sin sopa y la opción que más nos llamó la atención fueron los Pad Thai. Además, habíamos leído que merecía la pena pedirlos y no nos lo pensamos dos veces. Como ya habíamos tomado pollo, los pedimos con gambas. Otro acierto de plato. Es importante que mezcléis bien todos los ingredientes y que rociéis los tallarines con la lima que corona el plato. Un plato que define de maravilla el concepto de comida callejera de Tailandia, que muchas veces me pregunto si algún día conseguiremos disfrutar aquí en España en ese formato urbano.

Pad Thai noodles

De postre nada como un café. Como podréis observar, en Tuk Tuk no escatiman con las cantidades y te ponen toda la cafetera, para que sacies tu adicción a la cafeína ;). Un detalle que los cafeteros lo agradecemos y valoramos positivamente.

Una buena dosis de café

Mi recomendación: una de las cosas que me gusta cuando salgo a comer fuera, es probar cosas auténticas, exóticas y que no suela hacer en casa. Por eso me gusta tanto comer en restaurantes asiáticos. Encima, si la comida está rica, el servicio es atento, la cocina cierra tarde y está bien de precio…la probabilidad de que vuelva varias veces en poco tiempo se dispara. Y eso es lo que me ha pasado desde que conocí Tuk Tuk. Cenar sale por menos de 15 euros/persona con cerves y os aseguro que con hambre no saldréis :).