Un bon vivant es aquella persona a la que le gusta el buen vivir, la buena mesa y la bebida; quien se interesa por cultivar la ociosidad y la elegancia en el vestir…por ello, en Bon Vivant and co se cuida cada detalle al mínimo, sobre todo la decoración 😉 .
Un local en el que gracias a sus enormes ventanales, la luz inunda cada rincón del establecimiento durante el día y de noche una agradable iluminación te atrae para que entres y pidas mesa.
Nosotros cuando vamos a comer a un restaurante nos gusta que haya buen ambiente, que el sitio sea mono y agradable y que la comida sea buena, sin pedir que sirvan grandes cantidades pero sin que sean tacaños y nos hagan volver a comer cuando lleguemos a casa…y todas estas cualidades las tiene Bon Vivant and co 🙂 . De lo que peca es del servicio, que no es muy atento.
Con una carta donde encontraréis platos muy típicos para hacer un picoteo rico entre amigos (nachos con quesos, hummus, foie, burrata, tablas de quesos…) u otros no tan típicos como el perrito de Bratwurst con cebollita frita, las patatas revolconas o el pastel de pescado…no os esperéis una presentación de estrella michelín o una elaboración estilo los Roca, pero en Bon Vivant se come bien y sobre todo uno se siente muy a gusto 😉 .
Nosotros nos decantamos por compartir unos nachos con queso, que sirven con suficiente queso, jalapeños de los que hacen que te queme la lengua y una buena vinagreta de tomate y cebollita 🙂 . Por mucho que intento hacer este plato en casa, siempre se me quedan sin queso los nachos de abajo y aquí consiguen que los triangulillos de maíz vayan acompañados siempre de un poquito de queso fundido.
El hummus con granada nos resultó flojito, le faltaba un toque de pimentón y un buen chorrito de aceite de oliva virgen del que pica…pero como teníamos tanta hambre ni pensamos en estas pequeñas mejoras hasta que acabamos con él.
De segundo todos se tiraron de cabeza a por el perrito con cebolla frita, porque la verdad es que es el plato que más recomiendan y teniendo un alemán en la mesa no me extrañó nada la elección 😉 . Servido en pan estilo brioche tostado, la salchicha Bratwwurst estaba bastante conseguida, la cebollita frita siempre es un éxito y el detalle de la rúcula gustó mucho, porque no se suele ver este ingrediente en los clásicos hot dogs. Lo peor las patatas de bolsa que viene de acompañante.
Yo, sin embargo, opté por el steak tartar, que para mi es un manjar si lo saben hacer bien…a este le faltaba un toque picante pero a su favor diré que estaba bien cortada la carne. La perfección en un steak tartar es laboriosa, ya que se trata de un plato al que no se le puede maquillar, hay que tratarlo con mucho cariño y usar una materia prima excelente.
De postre me alegro un montón de haber visto la carrot cake y pedirla, porque estaba esponjosa y sabrosa…es un dulce que le pega todo a este establecimiento tan mono. Si venís a merendar lo podéis pedir con un buen café.
Como eramos cuatro, pedimos dos postres. El segundo dulce que trajeron a nuestra mesa fue el coulant de chocolate, que estaba muy bien hecho porque el chocolate se deslizaba por las paredes del bizcocho, pero le faltaba una bolita de helado de vainilla para ser un postre 10.
Mi recomendación: un sitio que te envuelve desde que cruzas la puerta, porque todo lo que ves es vintage, hipster, moderno…al que hay que añadir un hilo musical muy agradable de fondo y una puesta en escena buena porque no tienes que hacer la digestión entre plato y plato…es una pena que el servicio no esté más atento a los comensales. Es un sitio perfecto para tomar café y un trozo de tarta con amigo 🙂 . Cenar sale por 25 euros/persona compartiendo entrantes y postres y tomando un segundo y refresco cada uno.
Bon Vivant and co.
Calle San Gregorio 8, Madrid
917 04 82 86
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