En Madrid, la oferta gastronómica es cada día mayor, por lo que escoger un sitio para ir a comer o cenar con amigo, familia o pareja es todo una odisea. Aunque siempre viene bien tener un par de referencias que te ayuden a elegir el sitio perfecto según el tipo de comida que quieras tomar, el presupuesto que tengas y la zona que te venga bien…así es como conocimos nosotros el Restaurante La Cabra.

El recién estrellado Javier Aranda

Sólo había oído maravillas de la cocina del joven chef Javier Aranda, que a sus 27 años y tras haber hecho sus primeros pinitos en Piñera, ha conseguido en estos tres primeros meses de vida de La Cabra que los estómagos de todos aquellos que hemos ido a degustar su cocina hayan caído rendidos a sus pies. Sabiendo los tiempos que corren, han creado diferentes ambientes y zonas para poder ajustarse a todos los bolsillos y poder dar todas las comidas del día 😉 …desde desayunos con bollería casera en la biblioteca que tienen en la planta baja (dónde también se pueden tomar copas después de comer y por la tarde) hasta cenas en su zona más formal que llaman «La Gastro«, sin dejar olvidadas las comidas, dónde ofrecen un menú del día con uno de los platos de la carta de «La Taperia» y un postre.

La Taperia

Cuando fuimos a comer hace un par de semanas, decidimos probar primero la Tapería y salimos tan contentos que ya estamos deseando volver para probar la Gastro (el restaurante) y sus platos creativos. Nada más pedir la comanda nos trajeron unos finos pimientos verdes fritos, que tenían pinta de ser los típicos que pican a rabiar y por eso venían acompañados de unos originales picos, que estoy segura que hacen ellos mismos, porque nunca antes he visto un panecillo con esa pinta :). ¡¡¡Qué cosa más rica y más poco picante…!!!

Pimientos verdes: unos pican y otros no

De entrantes pedimos las croquetas de jamón, con las que los dos nos quedamos boquiabiertos después de dar el primero mordisco…estaban llenas de sabor, crujían, te sacaban una sonrisa en cada bocado y te enganchan porque cuando te las acabas quieres más y más ;).

Media ración de croquetas de jamón

El segundo entrante fueron unos raviolis de huevo líquido hechos a base de patata, que los pedí porque Guillermo Campoamor (un bloguero apasionado por esta casa) los había tomado un par de días antes y sabía que me iban a encantar :)…¡¡¡me quito el sombrero con estos manjares llamados raviolis, que es una forma divertida y diferente de hacer un plato de huevos fritos con patatas!!!

Raviolis

De plato principal yo opté por la media ración de pulpo a la brasa con tomate secos y chips de vegetales. Cómo dice mi amiga Coco: «últimamente tienes una obsesión por los animales del mar: chipirones, calamares, sepia, pulpo…» y es verdad, siempre que miro una carta y veo uno de estos productos, es el plato que elijo ;). En esta ocasión tomé la decisión adecuada, porque había una mezcla de sabores y colores preciosa en el plato.

Media ración de pulpo

Sin embargo, Luis es más carnívoro y eligió una hamburguesa de solomillo. Viene acompañada con un mezclum de ensaladas, una salsa de mostaza Dijon y un buen pan de hamburguesa. Se echaron de menos unas buenas patatas paja o gajo para completar el plato, pero la carne y sus acompañantes estaban perfectos, no se les puede sacar un «pero» :).

Hamburguesa

No fuimos capaces de tomar postre, pero como vamos a volver…la próxima vez me dejo un hueco para probar la que dicen es «la mejor torrija de Madrid» ;).

Mi recomendación: mi pasión por el buen comer crece día a día y el ir conociendo sitios de nivel, que se esfuerzan por ajustar sus precios, para que todos podamos disfrutar de un buen plato me parece una suerte que intento aprovechar siempre que se me da la oportunidad. La Cabra es una muestra de pasión, ganas de hacer bien las cosas y energía. Cenar en «La Tapería» sale por 25 euros/persona sin vino.

Restaurante La Cabra

Calle Francisco de Rojas 2, Madrid

914 45 77 50