El jueves pasado acudí a la cena clandestina que habían organizado Iloveaceite y Gastromedia, como parte de la iniciativa: «Podemos comer mejor» que se fomenta desde The New Food Order.

Iloveaceite puso el toque a la cena con su zumo de aceitunas

La cena prometía, en cocina teníamos a Apolinar Amador, Poli para los amigos (@Pis_to) y a Juan Manuel Calero (@jmkalero) que se habían estado currando el menú más de dos semanas, y en la sala como camareros a los emprendedores Fernando Ortega (@iloveaceite) y Pedro Álvarez (@Gastromedia, @Chef_YO, @wikitapas).

Poli y Pedro en la presentación de la cena #AOVEPassion

El objetivo de la cena era que los invitados aprendiéramos a distinguir con el paladar y el olfato los diferentes Aceites de Oliva Virgen Extra y conocer los defectos que estos pueden tener. Para ello prepararon un menú largo y estrecho donde el zumo de aceitunas era el protagonista. Todo estaba de chuparse los dedo pero yo quería morir al final de la cantidad que nos pusieron.

los diferentes panes para acompañar la comida

De aperitivo, mientras Fernando nos hablaba del aceite de oliva virgen extra (AOVE), trajeron Hummus de garbanzos con huevas de pez volador que se comía con unos Grisinis de frutos secos y pipas y se aliñaba con un chorrito de AOVE de la variedad picual. Es un aperitivo super acertado que siempre se puede servir cuando tienes invitados, incluso los vegetarianos pueden tomarlo si no le añades las huevas ;).

Hummus

De primero tomamos (el que fue mi plato favorito de la noche, por el sabor, la forma de presentarlo y la originalidad) un ravioli de tomate concasé, albahaca, parmesano y puerro sofrito coronado con un gambón y bañado en una emulsión de cereza y tomate confitados en albahaca y AOVE. Me dejó sin palabras, romper el ravioli y probar el relleno fue EL momento de la cena para mi.

El ravioli está debajo de la sopa

Y una coca de AOVE con escalivada, sardina marinada y salsa romescu. La coca estaba crujiente y muy sabrosa, la base perfecta para la escalivada, que se encargaba de realzar el sabor marino de la sardina. Una combinación de cine que la enmarcaba la famosa salsa de romescu y la guinda se la colocaba el tomate cherry confitado.

Coca de aove con escalivada y sardina

Llegaron los segundos, pero el listón lo había dejado muy alto EL RAVIOLI, primero trajeron el pescado: kokotxas de bacalao al pil pil sobre una cama de apionabo. Estos 2 cocineros no hay plato que se les dé mal y consiguen que todo esté frío cuando tiene que estar y caliente cuando las condiciones lo requieren…me quito el sombrero ante ellos…sólo había probado unas kokotxas así de gelatinosas en San Sebastián.

kokotxas de bacalao

Y luego tocó un poquito de presa ibérica a la sal con mojos verde y rojo al AOVE y un milhojas de patata y manzana. Para mi gusto el plato más flojo,  la carne me sabía muy fuerte y el milhojas tenía mejor pinta de lo que sabía, pero yo creo que estaba tan llena que eso me influyó bastante.

presa ibérica

Estábamos todos que no podíamos comer más, cuando apareció Poli con los postres, no nos lo podíamos creer. Tenía una pinta buenísima y cuando nos lo explicó sonaba aún mejor: crema de cacao, con helado de AOVE y picatoste frito en AOVE…una auténtica bomba de relojería que me comí entera (la única de la mesa, porque los demás no fueron capaces de cortar el picatoste 🙂 ).

Pequeño pero matón el postre de Poli y Juanma

Y mientras hacíamos sobre mesa y bebíamos las últimas copas de vino contando anécdotas, para molestarnos sacaron Gominolas de AOVE caseras con vainilla y azúcar. Eran blanditas, dulces, peculiares y muy sabrosas. Cogí una por no hacer el feo, porque mi estómago me daba patadas y me decía: «Deja de comer, que sino te doy la noche».

Mi recomendación: Pedro y Fernando plantearos muy seriamente lo de montar cenas clandestinas como la de la semana pasada, porque todos disfrutamos y aprendimos muchísimo, nos disteis un menú riquísimo y el servicio fue mejor que si hubiéramos estado en un Michelín, yo sin dudarlo repetiré todas las veces que lo organicéis.