En una zona en la que nunca te esperarías que pueda haber un restaurante, se encuentra Come À La Maison, un restaurante/ultramarinos italiano puesto con gracia, donde sirven todos los domingos uno de los brunch más exitosos de Luxemburgo…eso sí, se paga a 40 euros sin bebida. Welcome to el Gran Ducado 🙂 !!!

Un local diferente, en una zona inesperada
Cuando se entra os encontrareis un corner de Knopes Coffee, una de las mejores cafeteria que hay en Luxemburgo. Aunque no lo creáis, en Luxemburgo todavía no hay muchos sitios donde sirvan buen café y esto es un trauma para mi…porque ya sabéis la adicción que tengo 😉

El corner de Knopes coffee a la entrada de Come à la Maison
El local tiene un aquel diferente, al que no estamos muy acostumbrados por estos lares, ya que parece que en este país hacen un curso a ver quien tiene el local más feo o a ver quien gasta menos en decoración, cosa que no pasa en las grandes capitales del mundo…pero la verdad es que a todo se acostumbra uno.

Lamparas de araña, altas estanterías llenas de libros y mucha luz natural, son unas de las principales características de Come à la Maison
En la carta encontraréis los clásicos de ayer y de hoy de la gastronomía italiana…ningún plato estrambótico que pueda llamar la atención, pero todo muy bien hecho y con una materia prima que se paga. Nosotros fuimos un grupo grande de amigos y probamos bastantes cosas.

Cocina a la vista y tienda de ultramarinos donde se pueden comprar productos italianos importados
Unos se decantaron por la pasta. Yo me pedí los casarecce alla norma, con berenjenas y una suave salsa de tomate. Después de mucho probar, me he dado cuenta que para que este plato guste hay dos secretos: que la salsa de tomate no se coma el sabor de la berenjena y que esta esté muy pochadita y suelte todo su sabor al hacer la salsa.

Pasta a la Norma
Otro de los platos de pasta que se pidieron fueron los raviolis al tartufo con una salsa de setas y trufa. Un plato muy de temporada, que fue de lo que más nos gustó. Y creo que las razones son obvias: raviolis de un tamaño considerable, ración que justifica el precio (ya que no te ponen 3 tristes raviolis como hacen en muchos otros italianos) y pasta fresca casera, que se nota y agradece.

Raviolis rellenos de setas y trufa
Y la pasta que menos nos gustó fueron los Tagliolini con prosciutto de parma, guisantes y cebolla frita. De por si la combinación nos pareció curiosa y por eso los pedimos. Pero la verdad es que de sabor no valían nada. La mezcla pasta-guisantes no es santo de mi devoción. Ya sé de una pasta que nominaría para que quitaran de la carta.

Tagliolini con prosciutto de parma, guisantes y cebolla frita
Hubo algunos que optaron por los platos de carne y pidieron un carpaccio de ternera con lascas de parmesano, rúcula y terminado con un aceite de trufa negra. No me pareció nada del otro mundo, creo que es un plato que te puedes hacer un día cualquiera en casa para cenar.

Carpaccio de ternera con lascas de parmesano, rúcula y aceite de trufa negra
Y los hambrientos carnívoros se decantaron por la Tagliata de ternera, que viene acompañada de verduras asadas, patatas al horno con romero y ensalada de rucula y parmesano. Es una buena opción para todo aquel que esté cuidando la linea, pero quitadle las lascas de parmesano, que aunque sean lo mejor, son pura grasa y para eso os pedís un plato de pasta con salsa 🙂

Tagliata de ternera con verduras asadas y ensalada de rucula y parmesano
La perdición de mi amiga Belenchu son los postres, y aquí lo pasaría fatal porque hay dos mostradores enteros llenos de postres caseros (cannolis, panna cotta…) y tartas italianas (tiramisu, tarta de pera, tarta de chocolate…)…todo con buenísima pinta, gritando «pídeme» desde que entras por la puerta.

Todo tipo de postres italianos casero mirándote para hacerte pecar
Mi recomendación: si estáis buscando un sitio para celebrar una cena de Navidad de empresa o con amigos y os apetece ir a un sitio amplio, con decoración singular, comida rica para todos los gustos y con un precio no demasiado desorbitado, os recomiendo reservar en Come à la Maison. Tenéis parking en frente del restaurante y tiene espacios grandes para grupos. Cenar son 35 euros/persona con cervezas pero sin vino.
Come À La Maison
Entrée par Robin du Lac 70 Route d’Esch, Luxemburgo
+352 23 64 11 21