Wagamama

Aún recuerdo la primera vez que me senté en una de las mesas alargadas del restaurante Wagamama en Londres, cuando era un mico…y este fin de semana me he vuelto a sentar en una de ellas, pero esta vez en el primer Wagamama que han abierto en España, en el número 41 de la concurrida calle Serrano.

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Abre sus puertas el primer Wagamama en España de la mano del Grupo VIPS

El encargado de traer este concepto de fast food saludable, que lleva desde 1992 dando grandes boles de humeante ramen a ejecutivos de la City y a muchos otros comensales en más de 20 países, ha sido el Grupo VIPS. La idea es abrir otros 3 establecimientos en Madrid antes de final de año y de ahí expandirse por toda la Península.

Wagamama

Un bol de ramen tan grande como la cabeza de sus comensales

En la decoración del local volvemos a ver materiales como: el ladrillo visto, la madera -que usan en las largas mesas correderas- o el mármol. Además, han cuidado mucho la iluminación usando bombillas edison y poniendo grandes ventanales a lo largo de los casi 400 metros que tiene el local.

El creador de la carta ha sido Jaro Redondo, chef ejecutivo de Wagamama en España, quien tras trabajar en Asia y Australia, ha seguido la filosofía que marca la casa «Comer en positivo» pero con su toque personal.

Jaro Redondo

Jaro Redondo, chef ejecutivo de Wagagama España

En nuestra primera visita a Wagamama, gracias a ser un grupete de seis amigos, pudimos probar buena parte de la carta. Empezamos con la bang bang cauliflower: coliflor crujiente con una capa de salsa firecracker mezclada con cebolla morada y aderezada con jengibre fresco. Aunque la coliflor estaba un poco blanda, me encantó este entrante 🙂

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Bang bang cauliflower

Luego trajeron el tori kara age: trocitos de pollo crujiente acompañados con una salsa de soja y sésamo y servidos con lima que recomiendan exprimir por encima antes de comer, para darle un toque agridulce al bocado. No acabó de convencerme, le daría una vuelta a la salsa o marinaría el pollo.

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Tori kara age

Creo que mi entrante favorito fue el chilli squid: calamar frito aderezado con shichimi y servido con salsa de cilantro y chile, de las que empiezas a mojar y no puedes parar. Rebozado ligero y crujiente, sin excesos de grasa y con el toque picante ideal. Muy recomendable.

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Chilli squid

Un clásico de la casa, que nunca falla, es el ebi katsu: gambas fritas rebozadas en panko y acompañadas con salsa algo picante de ajo y chile. Otro entrante obligatorio cuando vengáis a Wagamama. Tras probar estos bocados, Jaro nos demostró su buena mano con los fritos 😉

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Ebi katsu

De platos principales, probamos los noodles yakisoba de pollo y gambas, que saltean con huevo, pimientos, brotes de soja y cebolleta y los terminan con chalotas fritas, jengibre encurtido y semillas de sésamo. Mucho mejores que los que hemos probado en el Wagamama de Londres o Amsterdam.

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Noodles yakisoba de pollo y gambas

De los currys probamos el chicken katsu curry: pollo rebozado en panko, cubierto con una salsa aromática de curry y servido con arroz y ensalada. Un plato que me recordó mucho a nuestro verano en Japón hace un par de años. No hubiéramos dicho que no a un poquito más de salsa de curry porque tuvimos que pelearnos, de lo buena que estaba.

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Chicken katsu curry

Nos atrevimos con el plato más picante de la carta…el firecracker de pollo. Una salvaje y bastante picante mezcla de pollo, tirabeques, pimientos rojos y verdes, cebolla y chiles picantes servida con una generosa ración de arroz, semillas de sésamo, shichimi y lima para darle un toque refrescante cuando empecéis a notar el picante 🙂

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Firecracker de pollo

Y el raisukaree de pollo. Un curry suave a base de coco y cítricos con pollo, tirabeques, pimientos, cebolla morada y cebolleta, que vuelven a acompañar con arroz, mezcla de semillas de sésamo, chiles rojos y cilantro. Nosotros escogimos todos los principales con pollo, pero también podéis decantaros por las gambas o sólo verduras.

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Raisukaree de pollo

Nos lo tomamos con calma y como fuimos un grupo de buenos comedores, también atacamos a los postres sin piedad. De la parte dulce, el mejor para mi fue el banana katsu: plátano rebozado en panko y frito con una bola de helado de caramelo salado. Me gustó porque no es empalagoso y te deje el regustín dulce con el que me gusta acabar las comidas.

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Banana katsu

Sin embargo, para Coco fue la cheesecake de chocolate blanco y jengibre. La pedimos con miedo de que el jengibre se comiera todo el sabor del chocolate, pero he de reconocer que a penas se nota. Llamarme maniática pero una cheesecake me gusta tomármela después de una burger no después de unos noodles 😉

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Cheesecake de chocolate blanco y jengibre

Y para los locos del coco, os recomiendo pedir el coconut reika: helado de coco coronado con salsa de maracuyá y copos de coco. Un postre fresco, ligero y cremoso. Felicitaciones al cocinero por mezclar estos dos sabores exóticos, que te tele transportan a una playa del Caribe.

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Coconut reika

Mi recomendación: si estáis por el Barrio de Salamanca y veis una cola en medio de la calle Serrano no os asustéis, es que Wagamama lo está petando y todo el mundo quiere probar uno de sus boles de ramen, sus noodles y sus currys. No hacen reservas, por lo que os recomiendo ir con tiempo. Cenar sale por 15 euros/persona probando un poco de todo con una cerve japonesa entre manos.

Wagamama

Calle Serrano 41, Madrid

912 75 21 45

4 comentarios en “Wagamama

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