El Barrio de Las Letras huele a mantequilla francesa y de la buena…supongo que os preguntaréis ¿por qué? Pues la respuesta es muy sencilla, la culpa de todo la tiene el repostero argentino Juan Manuel D´Alessandro, quien prepara diariamente en Motteau, las maravillosas recetas de sus antepasados franceses :).
Lemon pie, eclairs, tarta tatin, tartaletas de chocolate blanco o merengues de dulce de leche son algunos de los maravillosos dulces que podréis probar en este pequeño trocito de Normandía en pleno centro de Madrid.
El local ha sido decorado por Belén Arroyo del estudio Tosca, quien ha querido recrear un estilo afrancesado con muebles vintage y vajilla rústica. Es un sitio pequeñito, pero ideal para ir a desayunar o merendar.
Fui a tomar un café con dos buenos amigos, Guille y Chefi, y nos pusimos las botas. Cada uno pedimos una cosa para poder probar un poco de todo. A Guille se le fueron los ojos con el brownie y no me extraña porque era esponjoso, llamativo y estaba recién hecho…toda la tienda olía a chocolate fundido, ¿quién se puede resistir a una tentación así?
Chefi se decantó por la lemon pie, que es su perdición. Cuando la probamos se nos cambió la cara. ¡¡Qué rica!! Qué tiemble la tarta de limón de Embass, porque esta tartaleta le va a intentar hacer la competencia…y es que está de llorar ;). ¡¡Qué merengue!!
Y yo pedí la tartaleta de chocolate blanco, frambuesas y pistachos. Otra maravilla. El truco está en el hojaldre de la tartaleta…se nota la calidad de la mantequilla francesa :). Me encantó la mezcla de chocolate blanco (dulzón), frambuesa (amargo) y pistacho (crunchy). Este sería el postre preferido de mi amiga Coco.
Mi recomendación: si estáis por el Barrio de las Letras y os apetece hacer una parada porque necesitáis un chute de cafeína o de azúcar, no hay sitio mejor que Motteau y los dulces de Juan Manuel. Merendar sale por 5 euros/persona tomando café y tarta.
Motteau
Calle San Pedro 9, Madrid
810 52 32 01
Me encanta, me parece precioso el sitio …creo que me he enamorado. 😉
Y cuando pruebes sus tartaletas no querrás salir de allí… 😉