Después de cerrar Nodo y de participar en un par de programas de televisión, Alberto Chicote ha decidido volver a los fogones y abrir un nuevo concepto – taberna tradicional japonesa de yakitori- que aún no se ha puesto de moda en Madrid, pero que no me extrañaría nada que pronto le salieran competidores hasta debajo de las piedras 😉 .
Otro concepto, esta vez menos novedoso, es que Chicote quiere fusionar la cocina japonesa y española en su nuevo local de Chueca, porque desde sus inicios siempre ha sido un precursor de este tipo de mezclas en su cocina. En Yakitoro, casi todo se cocina en directo en unas brasas que hay en mitad de la sala, ya que la inmensa mayoría de los platos son brochetas o yakitoris: de la tierra, del agua, de la granja o de la finca.
Han apostado por una propuesta gastronómica sencilla pero divertida, ya que la carta está pensada para compartir casi todas las brochetas que ofrecen con un buen grupo de amigos y así poder probar un poco de todo…pero sin abusar 🙂 .
El plato que más me apetecía pedir era el atún rojo y pack choy, lacado, sobre pan y salmorejo, porque me parecía el más interesante, ya que me encanta el atún y el salmorejo y la mezcla me llamaba un montón. Menudo acierto 😉 .
Dentro de los yakotoris del agua también pedimos los pequeños chipirones con salsa de cebollas dulces, una brocheta muy sencilla pero bien hecha y con salsa que si no hubiera ido con Félix y hubiera estado en mi casa…hubiera rebañado con pan, de lo me gustó.
Había un par de brochetas de la granja que nos llaman la atención (pollo y papa canaria con mojo rojo, albóndigas de pollo picantes, pollo al ajillo…), pero como había que escoger uno el agridulce cañí del pollo frito crujiente nos lo puso fácil.
Desde que David Chang triunfó en Nueva York (Momofuku Noodle Bar) con su bocata de panceta al estilo japones, en Madrid parece que se ha puesto de moda y lo empiezas a ver mucho. Se hace con un panecillo de arroz bastante blandito que se empapa de la grasa de la panceta y se suele combinar con pepino y salsa hoisin para aportar frescura. Nunca antes lo había tomado, pero me pareció algo curioso 🙂 .
La brocheta de cordero marinado en yogur y hierbas no me acabó de convencer…tenía un sabor muy fuerte que el marinado de yogur no conseguía reducir.
El único plato que pedimos que no era brocheta fue una recomendación de @LilaHexe y @lacocinadepozu: arroz blanco aliñado con sabores de oriente. Un plato al que no supimos sacarle todos los ingredientes, dado que cada vez que comías un poco aparecían nuevos sabores…os recomiendo que los probéis y si adivináis los ingredientes soplárnoslos 😉 .
La gula nos pudo y pedimos una última brocheta antes de pasar a los postres. La de Butifarra fresca bien dorada con cebollino picado sonaba bien y nos lanzamos. Estaba rica de sabor, pero no dejaba de ser una sencilla butifarra a la brasa, eché en falta algún guiño de Chicote.
De postre nos decantamos por el chocolate con churros, que nos recomendó la camarera. Lo primero que me llamó la atención es que no eran los típicos churros de feria, que tomas después de una noche de fiesta, para nada…eran unos palos largos, nada grasientos y un tanto duros, que al mojar en el chocolate se reblandecían y se impregnaban del aroma a naranja que había en el chocolate. Otra nota de Chicote para demostrarnos que no tiene miedo a nada 🙂 .
Mi recomendación: si os apetece ir a probar un concepto nuevo y divertido y no os importa comer en mesas corridas, podéis reservar en Yakitoro. Lo más seguro es que en otoño sea uno de los sitios que piten, aunque está ubicado en un esquinazo que nada de lo que ha abierto ha durado mucho tiempo. ¿Conseguirá Chicote cambiar la maldición? Cenar sale por 30 euros/persona tomando seis brochetas cada uno, compartiendo postre y con vino.
Yakitoro
Calle Reina 41, Madrid
91 737 14 41
Tengo que ir, me has puesto los dientes largos
Ayer cené en Yakitoro y salí encantada. Estaba todo delicioso, pero me gustaría destacar de manera especial el atún rojo y pack choy y sobre todo el arroz blanco con aliños de oriente (alucinante). Muy buen ambiente, los camareros fantásticos y el detalle del hielo en el centro para que no se caliente la bebida genial. Felicidades Chicote. Volveré.
Fuimos el finde pasado a Madrid y tuvimos un fin de semana gastronómico,asi q còmo no,fuimos a comer a Yakitoro de Chueca.
Nos encantò,sobre todo,el arroz con especias orientales,y la brocheta de berenjena,estaba…..espectacular!!!!!!
Es un local Para recomendar y muy bien de precio.